Bitácora escrita desde Sealand

jueves, 25 de diciembre de 2008

Disney y el arte egipcio

En el arte egipcio todo está representado de la forma más reconocible. La cabeza de perfil; el torso de frente; las piernas de perfil y separaditas y con dos los pies muestran el pulgar en primer plano, y los ojos de frente. Todo evitando el escorzo, siempre.

Uno al ver estas obras piensa en cómo es posible que no les molestase ver una cara de perfil con un ojo que te mira de frente. Como los dos pies muestran el pulgar en primer plano, resulta que o ambas piernas son derechas o bien ambas son izquierdas. Las palmas de las manos también miran hacia el espectador, aunque estén sosteniendo algo.

Pero sin embargo uno puede no enterarse en absoluto de este efecto si no le presta atención. Incluso en una animación, donde debería resultar más cantoso. Ahí tienen a Mickey Mouse. Las orejas de Mickey nunca se ven en escorzo, siempre siempre están orientadas hacia el espectador, como si fueran antenas inteligentes. De frente es así:
Y cuando gira la cabeza sus orejas se mueven mágicamente por su cabeza hasta ponerse una en la coronilla y otra en la nuca:

Fíjese en cómo se reorientan en las animaciones. Las orejas saben de Usted, le están detectando y le siguen sin descanso. Si sigue por esa senda verá que tiene un factor monstruoso.


Sólo hubo un intento de hacer que las orejas de Mickey siguieran la perspectiva. En el corto de 1940 The Little Whirlwind, Mickey perdió la cola y sus orejas adquirieron un aspecto tridimensional. Todo esto duró muy poco, ya digo. Hoy en día incluso en los episodios en 3d las orejas le siguen a Usted, para quebradero de cabeza de los animadores.


Y es que sin las orejas redondas el personaje es menos reconocible. Miren si no este ejemplo, sacado de aquí. Uno puede vestir a Mickey como quiera, que mientras se le vean las orejas es reconocible.

Pero a la que le cambias las orejas, la lías.

Hay que estar al tanto de estas cosas, porque a la que te descuidas el arte egipcio te la juega:

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Bujarreo exótico: Los Hijra

Los hijra son unos indios (de punto, no de plumas) del tercer sexo. Algunos son hombres, otros son mujeres y otros son intersexuales: el punto en común es que no sirven para hacer familias. Un intersexual tiene los genitales a medio camino entre la almeja y el caracol. A veces están castrados. La castración se hace en dos cortes sin anestesia, sin más. Cuando el hijra recién hecho se pone a aullar del dolor, los demás tocan unas trompetas muy fuerte y que siga la fiesta. Se mete un palico en la uretra para que no se cierre al cicatrizar y se deja en aceite de sésamo, no se vaya a infectar. A eso se le llama "renacer". Una vez renacido, pasas a ser del tritiya-prakrit, el tercer sexo, ya nadie espera de ti que te cases ni que tengas hijos y las cosas pueden seguir su curso.

Hace mucho tiempo que hay hijra ya. En el Kamasutra salen felando a los compadres. También en el Mahabharata. Todo esto, como ven, es muy viejo. Son de una casta especial que adora a Bahuchara Mata, una diosa que cuando era muchacha se cortó las tetas cuando la iban a violar y consiguió inexplicablemente que el violador quedase impotente. Este increíble suceso la catapultó a la adorable familia de los dioses Indios. Ahora vive feliz cabalgando un pollo. Tiene cuatro brazos, pero no le han vuelto a crecer las tetas. Y es que Bahuchara Mata es misteriosa, como los hijra. Otros adoran a ardha-nareeshwar, una forma de Shiva medio hombre medio mujer, pero a mí lo del pollo me gusta más.

Tras las invasiones musulmanas hubo una época dorada de los hijra, porque había muchos. Los musulmanes les castraban (antes parece que los hijra no eran castrados) y les ponían a cargo de un harén. Desde ahí podían hacer carrera. Uno gobernó un buen cacho de India.

Aunque los musulmanes les tenían mucho cariño, los británicos no acabaron de encontrarles el punto, así que firmaron unas cuantas leyes contra la sodomía y la castración para ver si se los quitaban de encima. Los hijra perdieron cualquier privilegio que pudieran tener y quedaron muy mal parados. La élite india anglófila les perdió también el aprecio. Tras la independencia volvieron a despenalizar la sodomía y compañía. Sólo quedó la ley contra la castración, pero es muy raro que se aplique por mucho follón que armen con las trompetas al castrar a nadie.

Una vez se ha convertido uno en hijra se tiene que buscar una familia de hijra que le acoja. Estas familias tienen un gurú que enseña a feminizarse a unos cinco discípulos. Los discípulos o chelas le entregan a cambio el dinero que consiguen. Para sacarse unas pelillas los hijra se prostituyen o hacen rondas por las bodas y los nacimientos de niños, donde van sin invitación, cantan y reciben un pago de la familia. En la boda hacen de confesores a las novias en materia sexual. De eso se supone que saben. En la cama siempre reciben y si el que les da por culo es un señor casado, la comunidad calla. Algunos creen que dan buena suerte, otros que son unos indeseables, pero casi todos creen que si no le pagas a un hijra te maldice con el poder divino que recibieron en su castración y trae muy mala suerte. Hay por ahí bandas de eunucos que exigen dinero a los transeuntes a cambio de no enseñar su castración. Otros van más allá y cogen a la gente y la capan, no sé bien por qué. Por inquina será. Y es que de todo hay en la viña de señor.
Trabajos normales no encuentran, aunque alguno les ha empleado en salones de belleza. Pero desde los británicos parece que no les va del todo bien. Aunque hay de todo, en dos sitios que se llaman Gorakhpur y Katni dos hijra llegaron a alcaldes. Hay una leyenda popular que dice que llegará un día en el que los hijra gobernarán.

En las películas de Bollywood a veces hacen papeles protagonistas dramáticos pero normalmente se prestan más al cachondeo. Algo así como Will Smith, para entendernos. Yo no he visto ninguna.

En este vídeo encontrarán muchas fotos de bujarreo monzónico.


Un saludoLista de dioses indios asociados con indeterminaciones sexuales
Hijra en la historia